En la revista PK nº 249 del pasado mes de marzo publicamos el siguiente artículo que sigue siendo de actualidad y reproducimos íntegramente:
ESTRES – STRESS – DISTRES
A Koldo, compañero de fatigas y hombro consolador
La realización de una auditoría de estrés no tendría ningún valor, si como consecuencia de la misma y en función de sus resultados, no se implementasen procedimientos y se aplicasen técnicas encaminadas a su reducción.
El objetivo ideal de cualquier programa en esta materia es suprimir las causas del estrés, influyendo en los individuos y en las organizaciones a fin de modificar las estructuras laborales en el sentido correcto.
Sin embargo, en muchos casos, la frustración derivada de la relación laboral no se podrá evitar, y el objetivo del programa será al menos suavizarla.
Otro objetivo que debe perseguir cualquier programa es el de fortalecer la personalidad de los afectados, entrenándoles para resistir el estrés, llegando incluso a sacar partido del mismo, es decir, convertir el estrés perjudicial, en estrés beneficioso. Esto puede lograrse mediante técnicas terapéuticas, como la inoculación del estrés, que tiene una gran similitud con el funcionamiento de las vacunas, y con un entrenamiento adecuado, si bien es más complicado obtener resultados positivos cuanto más edad tengan las personas, y, desde luego, en el interior de las empresas.
Las técnicas psicológicas para reducir el estrés laboral deben incidir en la mejora de factores claves como la autoestima, la comunicación, las relaciones interpersonales, el entrenamiento en habilidades sociales, la formación para gestionar el tiempo y el empleo de otros recursos de ayuda.
En cuanto a la autoestima, es imprescindible aprender a conocerse (que difícil) y quererse uno mismo, con sus capacidades y sus limitaciones. La sociedad actual está inmersa en un mundo de imágenes ideales que proporcionan el cine y la publicidad, y que tienden a imponer modelos de conducta y de personalidad idealizados, que tienen poco que ver con la realidad. Así, esos modelos propuestos en el mundo del trabajo nos presentan hombres o mujeres prácticamente perfectas, emprendedoras, inteligentes, brillantes, triunfadoras en cuanto realizan. Por ello, cuando algunas personas se perciben diferentes a los modelos idealizados, en algunos casos se produce una baja autoestima. Es preciso deslindar realidad de ficción y reconocer que es imposible abarcarlo todo, ser un experto en todo, hacerlo todo bien. Es necesario delimitar los campos de actividad, procurando dedicarse a aquello para lo que la persona se encuentre más capacitada, y recibiendo apoyo para lo que produzca dificultades.
En cuanto a la comunicación, es un factor clave del mundo laboral actual, importante en cualquier nivel de organización e imprescindible en los niveles superiores. Existen programas que permiten desarrollar las habilidades de comunicación verbal y conocer la importancia de la comunicación no verbal. Es muy beneficios para combatir el estrés laboral el uso de técnicas que enseñen a derribar las barreras comunicativas que se establecen en el mundo del trabajo y el uso de la asertividad, es decir, el comprender al otro, y por supuesto el aprender a decir no, sin sentimiento de culpabilidad, cuando hay motivos para la negativa.
En cuanto a las relaciones interpersonales, se pueden aprender a desarrollar estrategias para mejorar las relaciones con los compañeros, colaboradores y superiores jerárquicos, que están basadas en conocer las ventajas y técnicas del trabajo en equipo, el refuerzo de la confianza mutua, la comunicación espontánea y los beneficios de la cooperación, en detrimento de la competitividad.
En cuanto el aprendizaje de la gestión y organización del tiempo, es conveniente tener en cuenta algunas consideraciones al respecto:
– El tiempo es un recurso no renovable.
– Priorizar las actividades.
– Pensar, trabajar y planificar.
– Utilizar una agenda.
– Protegerse de las interrupciones. (Hemos visto compañeros con tapones: No está mal).
– Uno mismo es responsable de su tiempo. (Faltaría más)
– Delegar siempre que se pueda. (¡Qué habilidad tienen algunos! ¡Impresionante el manejo del passing shot! ¡Ni en el tenis!)
– Concentrarse en lo verdaderamente importante. (No en lo único)
– Descubrir tus verdaderos intereses.
– Planificar más tiempo para lo esencial.
(¡Qué difícil es todo esto!)
Aprender a gestionar los conflictos, comprendiendo que el conflicto en las relaciones de trabajo, por los múltiples intereses en juego, resulta inevitable y que lo imprescindible es gestionar estas situaciones conflictivas, no permitiendo su enquistamiento y desarrollando actitudes positivas que faciliten su solución, es una de las técnicas más eficaces para el propósito perseguido.
Existen también otras técnicas que en el ámbito laboral resultan muy positivas para controlar el estrés, como son el estimular la innovación, la creatividad y la no resistencia al cambio por parte de los empleados, facilitando su ejercicio desde su ocupación, lo cual además redunda en beneficio de la empresa, puesto que son valores imprescindibles para el mantenimiento de la competitividad empresarial.
Por último, es conveniente señalar que algunos hábitos individuales de conducta colaboran en la reducción del estrés, tales como el aprender a relajarse, el practicar ejercicio físico moderado o deportes no competitivos, el desarrollar una afición apetecible que contraste con la actividad profesional, y el llevar una dieta alimenticia equilibrada, con aportes importantes de vitamina C.
- Aprender a relajarse: Yoga y punto. Igual somos de la escuela indotibetana nepalí, pero admitiríamos también el tai-chi y otras escuelas más del norte, pero sin explorar tanto en Occidente. El yogapilates y el pilates, etc., son para ejecutivos, exclusivamente.
- Practicar ejercicio físico moderado-medio ¿Donde está el límite?: Follar. Está demostrado por los psicólogos que el ejercicio sexual además de liberar endorfinas, serotonina y noradrenalina, produce un efecto elevador de la autoestima. Para el que no pueda, existen métodos alternativos, como el onanismo, por ejemplo. Paseos por la Concha, jogging en la cinta de casa, jugar un partido de fútbol con los amigos y amigas, al brilé, también sirven, pero no olvidéis el norte. Jugar a Bolsa, desde el sillón de casa, descartado.
- Aficiones apetecibles: En Euskadi, ir al monte. También es refrán popular y está considerado por los psicólogos, que desde una altura prudencial, los problemas se ven de otra manera, más pequeños, y nos damos cuenta qué «hormigas» somos, tanto si miramos para arriba (planetas, estrellas, constelaciones, vías lácteas, etc…) como para abajo desde la montaña (hormigas, paro, Africa, etc…).
- Dieta alimenticia: Aquí hay duda: Albariño o Godello. Ostras con Champagne, es uno de los mejores maridajes que se dan en Gastronomía, pero desde aquí insistimos que donde esté un buen cava catalán, se quite el mejor champagne. Magras con tomate, también es admisible pero sólo si después se efectúa ejercicio moderado: encierros delante o detrás de los » toros», etc…
La adicción a chocolate, con moderación, es uno de los antidepresivos más potentes que existen. Y si es negro, francés, belga o africano, mejor.
Pero el mejor reductor de estrés-stress-distrés es el albariño de O’Rosal o el Godello de Valdeorras-Monterrei- Ribeira Sacra. Tampoco lo toméis como el Danacol-Benecol, los 14 días seguidos (nos matan los del Servicio de Prevención), pero una botella de 75cl para cada 2 o 37,5cl, dosis individuales, en los fines de semana, lo ideal. Efectos recuperadores para la 3ª semana.
Animo a todos, que sois unos campeones. Este año no sabemos si habrá Champions, pero Europa está ahí cerca.
El efecto Besaide se pasa para antes de fin de año. Paciencia y recordad: Albariño o Godello, se puede mezclar, pero no en la misma copa.
Un gusto.
Amaia y Mikel – PK – Prevención de Riesgos Laborales.