Hace unos días muchas compañeras y compañeros de ventanilla fuimos sorprendidos con un correo que nos conminaba, fruto de la legislación, a realizar un curso para vender seguros (ahora vamos a vender seguros en ventanilla y para ello se necesita la correspondiente formación).

Curiosamente decía que era de 121 horas y debía finalizarse antes del 15 de noviembre, lo que nos daba, a bote pronto, una media de 3 horas 54 minutos diarios de conexión-dedicación.

Tras preguntar  por el tema a las autoridades correspondientes (o antes, o durante, vete a saber), recibimos un nuevo correo en el que se ampliaba el plazo hasta el 15 de diciembre, lo que nos coloca en las 2 horas 19 minutos diarios.

Y tras evacuar nuevas consultas, varias fuentes nos han dicho que 90 horas suelen ser suficientes para realizarlo, lo que nos coloca en 1 hora y 43 minutos.

Con este vertiginoso ritmo de devaluación en cualquier momento se queda el curso en nada, y el susto del primer correo y las taquicardias en balde.

Ahora bien, teniendo en cuenta que las 15 horas de formación obligatoria fuera de horario recogidas en Convenio se las merendó el Besaide en el primer trimestre, los responsables de las oficinas tienen una tarea complicada en organizar el trabajo para que las personas que atendemos en ventanilla podamos dedicar el tiempo necesario (sea el que sea) a esta formación.